Éxodo 3:10 | Ven, por tanto,
ahora, y te enviaré a
Faraón, para que saques de Egipto a mi
pueblo, los hijos de Israel.
INTRODUCCION
Cuando Dios llamó a Moisés, le mostro adónde
debía ir y que tarea debía hacer. Moisés recibió dos cosas de parte de Dios: una
misión específica y una visión específica. La palabra “misión”
según el diccionario significa: Acción de enviar; poder que se da a un enviado
para que haga algo.
La Biblia dice que Moisés estaba apacentando
las ovejas de su suegro Jetro en el desierto. Al llegar al monte Horeb se le
apareció el Señor en una llama de fuego en medio de una zarza. Aquí Dios hace
un llamando específico a un hombre específico, para una misión específica; en el
llamado a Moisés en Éxodo 3:10 encontramos tres palabras claves:
A. Ven
ahora declara: El llamado.
B. Te enviaré declara: La
misión.
C. Para que saques declara:
La visión o tarea a realizar.
Cuando Dios llamó a Moisés, recibió dos
cosas de parte de Dios: una misión específica: ir a Egipto; y una visión especifica:
Liberar al pueblo oprimido. Esto nos
enseña una gran verdad: uno puede tener el llamado de ir a un lugar
especifico (misión), pero si no tiene en claro lo que va a hacer (visión), su
obra será infructuosa.
En el caso de Moisés, él estaba ocupado
pastoreando las ovejas de su suegro cuando Dios lo llamó para ir a Egipto a
libertar al pueblo de Israel. En nuestro caso Dios quiere utilizarnos, pero para que eso suceda, primero debemos estar
activos sirviendo en la obra de Dios. Algunos se la pasan diciendo
“cuando yo sepa cuál es mi llamado trabajaré...” pero debemos preguntarnos ¿Estoy
desarrollando actualmente mi servicio a Dios?
Génesis 3:1 dice que Moisés llevó las
ovejas a través del desierto. Note cual iba a ser la función de Moisés después
del llamado: ¡llevar las ovejas de Israel al desierto a celebrar fiesta para
Dios! Pero a partir del verso 11 vemos
que Moisés comienza a hablar con Dios, manifestando dudas y temores.
1. ¿QUIÉN SOY YO PARA ENFRENTARME A
FARAÓN?|Éxodo 3:11
¿Cuál era el temor? ¿La falta de respaldo
de Dios? Dios dijo a Moisés: “Yo estaré
contigo” (Éxodo 3:12). En Mateo 9:35-39 vemos a Jesús recorriendo ciudades
y aldeas y mientras miraba la gran necesidad que había dijo: "… los obreros son pocos… Rogad, pues,
al Señor de la mies, que envíe obreros a su mies” y Mateo 10:1 menciona
algo importante acerca de los obreros llamados para ser enviados: “Entonces llamando… les dio autoridad”. De
aquí aprendemos que el Señor, al que llama, le da su respaldo, poder y
autoridad.
No hay poder ni autoridad alguna en
nosotros, sólo somos siervos dependientes de nuestro gran Señor, sólo somos
canales de la fuente de Poder, que es su Espíritu Santo. Recordemos que Jesús
dijo en Mateo 28:18-20 “toda potestad me es dada en el cielo y en la
tierra” y “Yo estoy con vosotros
todos los días, hasta el fin…”. Pero en medio de esos versículos el verso 19
dice: “Id y haced discípulos a todas las naciones…”. La omnipotencia y la omnipresencia del señor son quienes nos capacitan
para ir y hacer efectivamente la obra de Dios (Romanos 8:31; Filipenses 4:13).
2. ¿EN NOMBRE DE QUIEN ME PRESENTARE
DELANTE DEL PUEBLO?|Éxodo3:14
¿Cuál era el temor? ¿La falta de experiencia? Dios le dijo a Moisés: “Yo soy te envió” (Éxodo 3:14). Muchas veces sentimos un complejo de
inferioridad frente a otros que tienen más experiencia que nosotros para hacer
la obra que Dios nos ha encomendado Cuántas veces hemos pensado: si yo tuviera la experiencia de tal hermano,
sería más fácil hacer la tarea. ¿En qué nombre vamos a realizar la obra de
Dios? ¿En el nuestro o en el Nombre del Señor Todopoderoso? Dios nos ha
llamado, no para hacer “nuestra voluntad” sino para hacer su voluntad y
glorificar su Santo Nombre. Necesitamos
hacer la tarea que Dios nos ha dado en el nombre de Jesucristo.
Filipenses 2:9-11 dice que Jesucristo
recibió un nombre que es por sobre todo nombre: ¡Jesucristo el Señor! Este
nombre sí que representa verdadero poder y autoridad!, “para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están
en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra…” El nombre de Jesucristo es el único
nombre digno de utilizar, es el único nombre en que los demonios se nos
sujetarán (Lucas 10:17) y las circunstancias nos obedecerán.
¡Vayamos en el
nombre de Jesucristo!
3. NO ME CREERÁN QUE SOY UN
MENSAJERO DE DIOS|Éxodo
4:1
¿Cuál era el temor? ¿La falta de
confirmación ministerial? Dios le pregunta a Moisés: “¿Qué tienes en tu mano?” (Éxodo 4:2).
Moisés
tenía para comenzar su ministerio solamente una vara. Más adelante veremos que
cuando el ejercitó la vara, las cosas sucedieron. Si nosotros no ejercitamos lo
poco que tenemos ahora, nunca lo veremos desarrollado. La “vara” representa el
don que Dios nos ha dado para nuestro servicio
a Él; si lo usamos activamente crecerá con el paso del tiempo. Para que crean que somos mensajeros de Dios cuando
estemos en el campo cumpliendo una misión del Señor, debemos ponernos ahora a
trabajar activamente en la obra de Dios.
Los leprosos en Lucas 17:14 fueron sanados
“mientras iban”. Si se hubieran quedado sentados esperando, nunca hubieran sido
sanados. Así sucederá con nosotros: Si empezamos a movernos ahora, seremos
bendecidos y haremos bien la tarea después. Para ello debemos tener en cuenta
lo siguiente:
A. SEAMOS FIELES EN LO POCO | Proverbios
20:21
El éxito o logros fáciles y rápidos, pueden
hacernos caer en el orgullo y la altivez de espíritu. El crecimiento
ministerial al principio debe ser gradual, paso a paso para modelarnos y darnos
cuenta que lo que hemos logrado ha sido por la absoluta Gracia de Dios y no por
nuestros méritos. Vayamos avanzando con fidelidad a Dios y El nos promoverá con
poder cuando sea su tiempo.
B. EJERCITEMOS LO QUE TENEMOS AHORA EN
LAS MANOS | Job 8:7
Si somos fieles y ejercitamos lo poco que
tenemos ahora, creceremos en gran medida después. Todo comienzo es pequeño,
difícil, lento pero si perseveramos veremos el fruto. Si no ejercitamos los dones que tenemos ahora, no crecerán ni podrán ser
utilizados después. ¡Vayamos desarrollando nuestro ministerio con fidelidad!
4. NO TENGO FACILIDAD DE PALABRA|Éxodo
4:10
¿Cuál era el temor? ¿La falta de palabras? Dios
dijo a Moisés: “Yo estaré con tu boca”
(Éxodo 4:12). Moisés decía una y otra vez: ¡No puedo! En cambio el Señor le
dijo: “Conmigo, tu puedes”. Debemos
confiar que a quienes Dios llama, siempre les dará palabras para saber que
decir. Mateo 10:5 dice que a sus discípulos El les dio instrucciones y les dijo:
“predicad diciendo” (Mateo 10:7) y en
el verso 20 les dijo: “No sois vosotros
los que habláis, sino el Espíritu de vuestro Padre que habla en vosotros”.
Desechemos todo temor infundado, Dios nos dará palabras frescas y llenas de
unción para realizar nuestra tarea, pues sus palabras son espíritu y son vida
(Juan 6:63).
Ministremos la palabra
de Dios sabiendo que contaremos con la palabra fresca y ungida del señor.
CONCLUSIÓN
Busquemos de todo corazón al Señor para
que, en Su dulce presencia, todo temor se evapore y que la fresca unción del
Cielo grabe en lo profundo de nuestro corazón las preciosas palabras de nuestro
Señor: “Yo estoy contigo”; “Yo te envío”;
“Yo te ayudo a crecer” y “Yo te daré mis palabras”. ¡Tómelas por fe y
comience a proclamarlas y se harán en su vida y ministerio una realidad!